Mucho se ha escrito sobre los aspectos básicos de cómo resolver una crisis comunicacional.
Se habla de muchos aspectos teóricos, manuales de crisis, comités de crisis, trabajo coordinado con el equipo jurídico, etc. Y a los asesores se los mide por el tamaño de las crisis en que han participado o el número de crisis en el cuerpo.
Y si bien todo lo anterior es importante, creo que poco se ha hablado sobre la importancia de la pasión al momento de apoyar a un cliente.
Mi primera recomendación es nunca tomar una crisis si no se cree en la versión de la persona que se está ayudando. Esto es vital a la hora de dar los mejores consejos. He visto asesores de una corriente política defendiendo por contrato a clientes en los cuales no creen y eso es un fracaso asegurado a la hora de contar nuestra versión de los hechos a la prensa o a los stakeholders.
Lo segundo es involucrarse. Me refiero a tratar de entender hasta el último detalle, ganarse la confianza del cliente, así no te enteras en la mitad de una crisis de un aspecto importante que les juegue en contra y que su cliente nunca pensó que iba a salir a la luz.
Por último y no menos importante, cuando crees en tu cliente y en los argumentos que juntos han elegido para la construcción del discurso, la pasión empieza a jugar. Creer en un caso o en una persona hace la diferencia. Ya no das recomendaciones generalistas por libro sino que te involucras en el caso y te das cuenta que las soluciones para cuidar la imagen y reputación de una persona son mucho más diversas. Y esto, hace que después te recomienden no sólo como una agencia efectista sino que también como un profesional integral, un médico de cabecera más allá de un caso puntual.
Posted in Lo que piensa Valentina PRGN Rumbo